La actividad inmobiliaria toca varios sectores, algunos con desarrollo local, y otros con actuaciones nacional e internacional.
Locales y Oficinas Comerciales:
En este sector principalmente operamos en la Comunidad de Madrid (España), tanto en régimen de alquiler, venta como de propiedades en rentabilidad.
En el caso de régimen de alquiler trabajamos con empresas consolidadas para disminuir los riesgos de insolvencia de los futuros inquilinos. Aconsejamos a los propietarios considerar que es mejor firmar un contrato de arrendamiento con una consolidada empresa, aunque el valor del alquiler sea algo menor. En lo posible, para tranquilidad de la parte propietaria y transparencia por parte del futuro inquilino, aconsejamos exhibir el plan de negocio correspondiente a implementar en los próximos años por la empresa comercial.
De esta manera el propietario puede constatar los límites, no sólo de la solvencia del posible arrendatario, sino también el plan de inversión sobre el inmueble, como las expectativas de crecimiento y el porcentaje máximo que la cuenta de negocios le permitirá a la empresa poder destinar como gastos de explotación, entre ellos el alquiler, servicios, gastos de comunidad, etc.
Cabe destacar que en la mayoría de los casos, dichas actuaciones en los locales y oficinas comerciales incrementarán su tasación inmobiliaria, y no dejando de observar algo muy importante: el estar ocupado impide el deterioro clásico provocado por el abandono, amén del ingreso periódico de dinero para el propietario. Un inmueble desocupado es un pasivo para el propietario, sólo genera gastos.
La venta de locales y oficinas comerciales en rentabilidad, contando con reconocidas empresas como inquilinos, son muy buscadas por grupos de inversores patrimonialistas. Existen distintas escalas, desde inversores particulares hasta grupos de inversión y “family office”. Se estudia la solvencia del inquilino y el período de obligado cumplimiento, como así también la extensión del contrato.
